Aguatinta lithográfica

• País: España
• Categoría: Grabados
• Técnica: Aguatinta
• En Artelista desde: 10 de abril del 2010

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Cuando hablo de crear un negativo fotográfico no es fácil que la persona que se inicia en el grabado entienda inmediatamente de qué le estamos hablando. La fotografía del presente grabado nos indica con exactitud lo que debe hacerse para conseguir una gama tonal tan compleja como deseen.
Existe la creencia generalizada, (lo suelen mencionar todos los libros especializados en técnicas de grabado), que resulta prácticamente imposible controlar los ácidos, debido principalmente a que son tan volubles como la temperatura ambiente, el tiempo de exposición de la plancha, el tamaño de las resinas.
Este método deja en evidencia todas estas elucubraciones, que de tanto repetirse han acabado por ser aceptadas como si fueran verdad.
Lo impredecible no es el ácido, son los pasos que de el artista lo que hace que el proceso resulte complicado. Si se es meticuloso y se planifica el trabajo correctamente no tendrán ningún problema a la hora de confeccionar un grabado, por complejo que este sea. Bastará para conseguirlo que el ácido nítrico utilizado se mantenga siempre en un ambiente natural. Si el calor aumenta en exceso bastará con que disminuyamos las mordidas de la plancha un 20%, aumentando esa misma proporción en invierno. Lo importante estriba en trabajar siempre con el mismo tamaño de resina, controlando con exactitud el tiempo que tarda en depositarse el polvo sobre la plancha, es decir, intentando obtener sistemáticamente el mismo tipo de trama, en grosor y en cantidad.
Lo fascinante de este proceso es la posibilidad de crear una obra donde la escala tonal no tiene limite. Cada baño en el medio acidulado nos procura un tono de manera que si usamos los lápices para obtener tramas en degradados tonales, es posible confeccionar obras tan elaboradas como queramos. Leí en cierta ocasión que una fotografía antigua procuraba 18 tonos grises diferentes. Hoy en día las digitales son otra cosa. Pues bien, por este método es posible superar los 60 tonos sin problemas, considerando que el uso de los lápices también degrada esos tonos de un modo escalonado, la estampa que obtenemos tendrá una gran belleza plástica. (es mi modesta opinión).