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Seré tu ángel cuando te vayas
El niño llora su pedida, rogando convertirse en ángel para así,
poder acompañarlo mas allá de la muerte,
con el paso del tiempo, su cuerpo se petrifico,
las gotas de lluvia que se desprenden de los nostálgicos nubarrones,
mitigan el desgaste del descolorido mármol de esta esfinge que
yace inmóvil pero con el corazón latente, en una tumba de la recoleta,
esta ahí, cuidando que los años sigan el sendero de la eternidad,
siguiendo sus propios deseos, le han crecido las alas que con ellas,
acompaña al espectro de su ser amado en sus viajes nocturnos.
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