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Tu que has jugado con las olas; que persiguiendo gaviotas, horizontes buscabas para luego regresar con la noche.
Que en esas noches estrelladas cortejabas, como loco enamorado, a la luna, a esa luna a la que llamabas marinera.
Tu, que impregnado de sal y brea, eras parte del mar.
Ahora, cansado, miras como otros, alegres y juguetones, ponen rumbos a tus desiertas islas.
Ahora que parece de ti se olvidaron, tú, como antaño aquellas noches de mares bravas, sigues Velando mis sueños.