Atardecer en el Coto Doñana, es un cuadro cálido. Tonalidades que van del naranja intenso al rosa, del pardo a la sombra más sólida; juncos en primera fila son testigos de esta despedida. (Oleo sobre lienzo)
Nací con un lápiz en la mano y eso me hizo pensar que acabaría escribiendo algún día una biografía de cómo y por qué decidí dedicarme a la pintura.
No hay nada en esta vida como tener la oportunidad de poder disfrutar con tan poco, de una manera tan gratificante.
Para esta autora pintar significa evasión, relajo, superación, y realización ante los grandes resultados tras la adopción de nuevos y desconocidos retos.
Mi pintura se inició con el carboncillo y la tinta a la edad de los doce...
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