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Cada calabaza en si es única e irrepetible, con personalidad propia desde su nacimiento hasta llegar a su total plenitud y madurez, lo que la convierte en una obra de arte de por sí.
La artista plástica Gisèle Corboud ha unido el arte natural de la calabaza con el suyo propio convirtiendo ésta en una escultura llena de colorido y expresividad que la transforma en un objeto único e inigualable.
Cada semilla es plantada con amor para que crezca sana y fuerte en el inicio de la primavera. Durante el periodo de su crecimiento es abonada, regada y cuidada y habrá que evitar que el temible depredado de sus tiernos tallos,r, su eterno enemigo el caracol, la devore.
En cuanto las primeras flores, blancas como la nieve, comienzan a aparecer habrá que esmerar y ampliar sus cuidados para que las posibles emergentes calabazas puedan prosperar. Ya habremos llegado en pleno periodo estival cuando sus frutos comenzarán a tomar forma y con ello necesitarán aún más agua y más palabras de amor para que ellas se puedan convertir en lo que finalmente acontecerá una vez llegado el otoño.
Hasta llegado el gélido invierno, éstas permanecerán en la planta, ya totalmente muerta, para que puedan secarse a pleno aire, que a su vez les terminará de imprimir a cada una su propia particular textura y color.
Podrán permanecer el exterior si el invierno es benigno, pero si por lo contrario es gélido habrá que secarlas en el interior para evitar que se congelen y se pudran.
Cuando llega finalmente la primavera siguiente a su nacimiento están preparadas para ser pintadas e imbuidas de energía cósmica para que finalmente su objetivo sea alcanzado.
Una vez concluido este largo proceso a lo largo de cuatro estaciones Gisèle Corboud las observará con suma atención para poder percibir la esencia de la calabaza y finalmente les practicará un agujero por dónde podrá fluir toda la energía reparadora.
Mientras las pinta cuidadosamente aplica sus manos en ellas para imbuirlas de energía Reiki que será la que finalmente otorgue el toque final para que la transmutación de la negatividad en todo lo contrario, se haga efectiva.
Cada calabaza es totalmente distinta en su diseño, ya que cada una pertenece a un solo ente humano, está vinculada a él y cuando éste la ve, reconoce que es la suya…
No hay nada mejor que una calabaza llena de amor para albergar todos tus deseos y que éstos puedan germinar en el fruto de su vientre.
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[-] at gcorboud.com
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