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Es una obra pictórica en la que se conjugan la presencia del fruto tropical con el protagonismo del cuerpo femenino. Su titulo la define como una especie de contraposición con el género de “Naturaleza muerta”, esta es la versión viva, un rejuego de deleite y sabor, un tributo a la presencia femenina en la cual tratado de plasmar una especie de maja sobre el apetitoso fruto. He aquí una veneración al apetito, un monumento sostenido por las palmas firmes y equilibradas. La obra funciona en forma de díptico, sin mas pretensiones al estar colgadas que las de una visualidad puramente estética, aunque perfectamente podrían funcionar por separadas, en cuanto a su, en cuanto a su realización se puede apreciar una muy bien acertada proporción de la figura humana, a pesar de que intencionalmente los restantes elementos no se correspondan su tamaño de origen o real con el de la figura humana, es esto un sostén formal para apoyar la idea que pretendo transmitir de conjugación entre mujer y fruto. Su tratamiento pictórico es mu diverso, hay una armonía entre texturas y efectos de luces plasmados atreves de su policromía.
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