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Carboncillo
La verdadera pintora, era mi madre, Conchita Garcia Prades. Aprendió a pintar de niña en un colegio de monjas en Tortosa.
Padecía "esclerosis lateral amiotrófica" (ELA).
15 dias antes de morir me dijo: Tú, que te gusta dibujar y que lo haces bien ¿porqué no pintas?. Le contesté que porque no me has enseñado.
Me hizo sacar todos sus "bártulos" y montar un motivo . Entonces señalando una jarra me dijo: ¿que color ves ahí?. Blanco le contesté y me hizo ver que donde yo...
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