El dibujo que todos hacemos cuando recien comenzamos a dibujar, de niños. Recreado en una obra pictòrica de pequeño formato.
Lista para colgar, el observarla todos los dias, permite al espectador, volver a establecer una conexiòn con su mas tierna infancia, de un modo sencillo, sin forzar un regreso a esa etapa de la vida, sino de manera simple, mediante un estimulo visual, que predispone a recordar. La utilizaciòn de este objeto como evocador de recuerdos, puede tener efectos impensados, pero si hubiera alguna sensaciòn vertiginosa, eso simplemente se puede frenar, suspendiendo la observacion del cuadro por unos dias. Con un minuto diario de observaciòn, al levantarse, pueden hacerse algunos progresos, en unas semanas.
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