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KHARAIPU – CRISOL DEL CORAZÓN
En el ahora,
el sabor del no tiempo se expande
Amada Madre Nada
nadando entre tus redondos senos nos vemos.
Río como un río de niños amarillos
Recordando el palpitar que antecede a los comienzos
mientras voz, fértil, gozosa y siempre nueva
extiendes caricias infinitas al redondo Ugma.
Renuncio a ser cobarde para amarte
rasgando a los que no fui , no soy y no seremos
déjame olvidarme entregándote estas dos
mis Libertades hijas tuyas, hazme tu Yo…
Yo Tu, tu risueña, sueñas y callas
mandando mandarinas dulcísimas
al Señor Egotito y sus pensadores canallas
embriagándome de ti y tu simplural contextura.
Mentas, albahacas, chundures, shishajas,
al aspirarme en tu aliento, perdonar es, ti em po
tormenta de Luna, ternura, locura,
miel pura que cura.
En el espacio vacío que somos
lo que Es
redondo manifiesta un fuego de fiesta
perfumado humo humano de plenitudes perfectas.
Kharaipu: tiesto de arcilla y cuarzo
el corazón de un niño alquimista que canta
llanto de la abuela chagra barbechada
germinador de centros refrescados.
La Vida trae la Vida entrando por un canasto sediento,
Así yo mismo entro y salgo por voz encantando al propio tiempo
Custodiamos ayer juntos el Casorio de dos corazones alados
y mañana mujer danzarás por quien te ama con ojos cerrados.
La que eres en mi cuando Yo Soy,
tritura por favor el polvo de las hierbas
Amor verde es este verte feliz
a mi fundida de coherencias.
En Tal dorado crisol amor tambor
fino instrumento viajero de la magia, raíz y flor
hueco maternal silencioso cáliz, Útero Grial,
ahora yo me rindo en mi por ti feliz al despertar.
Kah Ipuríí – enero de 2012
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