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En toda esta serie hice énfasis en muchos aspectos de Leticia;que finalmente,Leticia puede ser cualquier persona,hombre o mujer,que haya tenido una vida similar.Aspectos como la neurosis,la tristeza,la fragilidad,la locura,etc.,pero aquí hago hincapie en un aspecto muy poco observado:la soberbia.Leticia era una persona sumamente soberbia,se inflaba como un pez globo en su ego y no había modo de desinflarle, comenzaba a desbarrar.Esa manera de ser ha de hartar a su esposo,si es que está casada,al grado de querer matarla.Lo comprendo,porque esa soberbia era ridícula y grotesca.Por eso la represento con la cara pintada y una mueca que quizá sea una sonrisa,en un entorno devastado y derruido.Y es que a pesar de todo lo que implica la soberbia,lo intratable que se hace una persona así,es comprensible.Porque vivir una infancia traumática,crecer con carencias afectivas y quiza económicas,baja autoestima,devaluaciones, considerarse fea de cuerpo y fea de alma,sabotearse la existencia,estar loca...¿Qué tan difícil es vivir así?¿Cómo vera la vida una persona así? ¿Que tan inferior podrá llegar a visualizarse?No lo sé.Pero puedo comprender la necesidad de inflar el ego.Y entonces,Obvio,sólo queda la soberbia...
Nací en la ciudad de México.Estudié en varios lados como el CEA y la ENAP,pero siempre he dicho que más que escuela,yo tuve maestros.Y estos son mis tres maestros a quienes debo todo en la pintura:Rosario Durán,Javier Anzures y Edgardo Kerlegand.
Desde mis inicios,hace trece años,la figura humana es la temática principal en mi obra.Añado algunos elementos por el valor plástico que les confiero.Me gusta trabajar con temáticas sórdidas y tristes,pero también la alegría y la felicidad...
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