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La obra de Velázquez siempre ha sido para mi una fuente inagotable de motivos pictóricos, sobre todos sus retratos de una clase noble decadente y anacrónica, el caso de Felipe IV ha sido muy trabajado por el, en retratos de gran penetracion psicologica, yo recurro a este retrato no para copiarlo sino para pasarlo a una clave expresionista e irónica, es la forma que yo tengo de apropiarme de la imagen del infortunado rey y pintarlo a mi manera.
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