El cochero estacionado frente a la puerta del callejón de los curas, en la Zona Colonial de Santo Domingo, República Dominicana, es una escena inusual, sólo producto de la imaginación de un servidor. Es una obra realizada con mucho amor para una familia de misioneros americanos que han sido de gran influencia en mi vida y mi familia: Paul y Peggy Siebennman.
Fui criado en una familia humilde de fe evangélica que se radicó en Mao en el año 1961, cuando apenas contaba un año de edad. Montecristi fue mi lugar de nacimiento, un 13 de Marzo de 1960. Sin embargo me gusta vivir en mi pueblo, pues siento un profundo apego a este amado terruño.
Desde niño me incliné por la pintura, dibujando en todo lugar posible. Mis cuadernos estaban repletos de bocetos e ilustraciones copiados de los libros de texto.
Me pasaba los ratos libres cuadriculando...
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