© Todos los derechos reservados
Dibujar lo que se desdibuja en la cotidianeidad.
Estos dibujos son un registro de la vida cotidiana urbana y periférica de 750 días inmerso en la Ciudad de Milán-Italia, cuentan el lenguaje de la anatomía industrial, el viaje en tren, el viaje cotidiano en metro con sus patrones repetitivos, la partida y el regreso desde y hacia la tierra de mis ancestros, intensos horizontes urbanos, las vías de comunicación periféricas, el efecto invernadero, el smog, las impresiones de una nueva percepción de las distancias, la contaminación visual urbana, las autopistas y vías del metro que emergen y se sumergen, los llenos y los vacíos entre el campo y la ciudad.
Así, fui dibujando improvisadamente desde el desteñir cotidiano que va poco a poco desdibujando los sentidos, en el intento de otorgarle poética a la vida en la periferia urbana industrial.
El espíritu de los dibujos.
Dibujar lo que se desdibuja en la tierra de mis antepasados mientras se diseña poco a poco el árbol genealógico, es un modo también de restituir el lazo que une y que a la vez libera, cerrando un círculo que quizás había quedado abierto, ya que a veces el tiempo ha ido borrando en nuestra propia historia personal y familiar. Viviendo así el desarraigo de un modo opuesto al que ellos vivieron en el espacio-tiempo, es decir, viviéndolo en el lugar donde ellos nacieron un siglo atrás en “l’Italia”, y circundándome siempre con el pensamiento de que ellos lo vivieron en donde yo nací, “la argentina”. Así de este modo logre plasmar, tomar y contener con arte una parte de lo que también soy, llegando a sus tierras para volver a partir.
Huellas y Temperaturas
Milano- Hinterland (invierno) y Tramonto su Sesto San Giovanni (Verano)
Estos dibujos son imágenes mentales de vivir la cotidianeidad del viaje al trabajo, del viaje a las afueras de la ciudad, al supermercado, a la parada del autobús, al metro, al centro social, del caminar, del ocio; tomando un registro de movimiento pero también de contemplación entre fragmentos de ciudad y vacíos del campo. En ellos se puede percibir a veces la Huella de la civilización que no encuentra descanso sobre el territorio, visualizando la imagen mental de una arqueología industrial presente o ausente en el espacio-tiempo, que ha dejado implícita su huella en el lenguaje del siglo XX Italiano, y que a veces se repite incansablemente en el espacio como un patrón generando un ritmo entre paisaje natural y construido.
Impresiones de las temperaturas del verano en el año 2003, (Tramonto su Sesto San Giovanni) y los fríos muros del invierno entre el 2005/2006 (Milano Hinterland), las manchas de los derivados del petróleo del automóvil, el smog, la polución ambiental, el efecto invernadero.