© Todos los derechos reservados
la limosnera tiene hambre y frió, mientras descansa sus descalzos pies sobre el frió concreto, de pronto siente na fuerza, como si la pared la llamara. como si deseara ser libre de su prisión, y al mismo tiempo la anciana desea entrar a refugiarse la cruda vida
Ver más información de Juana Becerril