El Padre Chinchachoma protegiendo a Omar.

• País: México
• Categoría: Pintura
• Técnica: Óleo
• Soporte: Lienzo
• Temática: Retrato
• En Artelista desde: 30 de junio del 2010

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Oleo s/tela
70 x 50 cms
2009

El Padre Chinchachoma fue un padre de origen español.Alejandro García Durán era su nombre.Yo no sabía mucho de el,mi desinterés por las religiones es grande;sólo sabía que trabajaba con niños de la calle y que ya se había muerto.El Padre recogía a los niños de la calle y los llevaba a vivir con él.
Un señor me contactó para que fuera a ver a Omar,un exchavo de la calle,"hijo" del Padre Chhinchachoma.Yo dudaba en si debía pintar este cuadro,pues no conocía nada del Padre y los sacerdotes tienen fama de pederastas y de lo peor.No sería lógico que yo pintara algo que fuera en contra de mis principios.Afortunadamente,mi soberbia estúpida se hizo a un lado y pensé más en Omar,en la necesidad que el tenía de un cuadro así.Al conocer a Omar,me llamó la atención sus manos,robustas y fuertes en contraste con las mías,largas y delicadas.Allí el me contó un poco de su historia,de que vivió con el padre 12 años,lo rescató de las calles y lo hizo estudiar.Y que otro tipo le iba a hacer un dibujo de el,pero nunca se lo entregó a pesar de que le había dado un adelanto...Y Omar deseaba enormemente un cuadro del Padre.
Me dio un libro del Padre y lo pinté mientras leía la labor del Padre Chinchachoma.No me considero creyente ni ateo,sencillamente creo que soy librepensador hasta donde mi estrecho cerebro lo permita.Por eso reflexioné en la estupidez y soberbia de los ateos.Creen que burlándose de Dios se hacen más fuertes o interesantes y sólo dan risa y lástima.Yo les preguntaría si su nueva religión que está de moda:el Ateísmo,le ofrecería una salvación a un chavo de la calle cómo lo fue Omar.Tal vez la idea de un Dios amoroso y protector suene grotesco,pero es mil veces más grotesco negar que lo necesitamos y lo anhelamos.Y además,quién soy yo para decir qué existe o qué no existe.Leyendo el libro,me enteré de muchas cosas que me hizo admirar al padre,dee cómo se fue a vivir con los niños de la calle y cómo batallaba para reunir todo el dinero que necesitaba para mantenre a tantísimos niños,porque nunca los puso a trabajar.El los ponía a estudiar y a jugar,pues un niño,necesita una niñez.
Por supuesto,no puedo decir lo mismo de la Iglesia para la que el padre servía,pero eso no importaba,importaba Omar y que el tuviera su pintura.Al final quedó muy complacido y vi una sonrisa amplia en su rostro.Por dos razones:por tener a su Padre por fin con el,y porque yo no le había fallado en hacer realidad su sueño.A mí me quedó la satisfacción de saber que ese cuadro quedará en buenas manos y cuando Omar muera,pasara a las manos de sus hijos.Me regaló el libro de donde saqué la imagen del Padre.
El Padre Chinchachoma les decía a sus niños que cuando él muriera,subiría al cielo y desde allí los protegería.Pero también se enfrentaría con Dios,le reclamaría y hasta le mentaría la madre por haber permitido que sus niños hubieran crecido en un hogar desintegrado,en una coladera,por haber venido a este mundo por accidente y no por deseo,por haber sufrido golpes,violaciones,drogadicciíon,alcoholismo,felaciones y abusos.
Cuando veo la imagen de este cuadro,inmediatamente me trae a mi mente la sonrisa de Omar.Un chavo que vivió en la calle y supo de mucho dolor mientras yo lloraba porque mis muñequitos se me habian perdido.No acepto ni niego la existencia de Dios,eso es personal y cada quien sabrá.Sólo sé que sin el Padre y con los ateos,Omar estaría muerto,tirado en la calle drogado y borracho o en un reclusorio.Gracias al Padre Chinchachoma,Omar me sonrió al ver su pintura que pagó con su propio dinero.Y esa sonrisa que vi iluminar su cara,será uno de los más grandes premios que el arte me haya podido dar.