Lo inanimado cobra vida. Jardín, plantas, restos de una actividad matinal completan este ambiente ambiguo
En 1945, comencé a dibujar los objetos que me rodeaban.
Amo al
dibujo , lo practico desde siempre, copiando de la naturaleza, tratando de plasmar la tercera dimensión al plano.
Aunque jamás tuve una formación regular en las artes visuales siempre fue mi tarea y el modo de ganarme el sustento.
Viajé paso a paso por la América Latina, de sur a norte y de norte a sur, conocí la América profunda. En ese entonces viví días de trabajo, necesidad, placer y amor.
Ilustraciones comerciales,...
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