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LocalizaciónEspaña

"Esta hormiga no va de por libre"

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Información de la obra original

  • País: España
  • Categoría: Fotografía
  • Temática: Naturaleza
  • Técnica y soportes: Color (Digital)
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Descripción de la obra

Hoy por la mañana se me han pegado las sábanas, como decimos los españoles cuando nos quedamos dormidos y no nos levantamos a la hora habitual de cada día. Me ha despertado una llamada de teléfono. Era mi hermana la mayor. Hablamos todos los días, ya que la distancia que me separa de toda mi familia, no nos permite vernos con asidua frecuencia.
Hemos estado al teléfono dos horas, no sé por qué, hoy nos ha dado por filosofar todo el tiempo olvidándonos de mencionar las cosas cotidianas que solemos contarnos. La conversación empezó no sé cómo, tal vez a raíz de hacer mención a las últimas e inquietantes noticias sobre las que giran en estos últimos días todos los informativos de la televisión, a saber, las catástrofes que asolan tantos puntos del planeta, las revueltas en Egipto con un pueblo que se ha arrojado a la calle para pedir la Democracia y que parece estar poniendo en peligro los pilares del Islam por el temor al efecto contagio que parece estar provocando en los países árabes, nuestra propia y controvertida situación en España, dividida desde hace tanto en esas «dos España» radicalmente opuestas en ideas e ideales…
Después de dos horas de reflexiones por aquí y pensamientos por allá, hemos caído en cuenta de que el tiempo vuela y que, como no nos pertenece arreglar el mundo tan fácilmente, mejor era cortar ya de hablar y retomar las obligaciones del día a día de nuestras simples vidas… Y mientras me preparaba el café, me vino a la mente esta foto de la hormiga en la planta que hice una de esas tardes en que salgo a pasear por el campo con mi cámara de fotos para captar uno de esos espectaculares atardeceres tan frecuentes aquí donde vivo, en que el cielo se llena de luces de fuego. Pero mientras aguardo esos momentos, siempre me es inevitable ir fijándome en la vida diminuta que gira en torno a mis pasos, donde descubro micro-mundos de singular belleza entre las flores y los pequeños habitantes de la tierra. Entonces el objetivo de mi cámara queda atrapado en la necesidad de captar tan delicada y diminuta manifestación de vida que olvidamos fácilmente existe de continuo cerca de nosotros en un ciclo ininterrumpido a manos de la Naturaleza y su sabiduría infinita.
Esta diminuta hormiga, que subió por el tallo vertiginoso de una planta cualquiera, a simple vista, parece una intrépida aventurera desafiando el peligro de las alturas para complacerse a sí misma en conseguir el reto de coronar una cima imposible. Pero no, eso es lo que captó la fotografía y lo que yo podría interpretar si quisiera obviando la realidad de su afanado esfuerzo. Porque tras tomar la fotografía, me quedé largo tiempo mirando a aquella hormiga con la intención de ver que hacía. Y me sorprendí a mí misma, viéndola en terrible agonía para lograr penetrar en la funda de aquella flor u extraer de ella un grano de semilla que la hormiga asió a duras penas con su boca y sus patas, para transportar ahora con doble esfuerzo tallo abajo (digo doble esfuerzo por no decir titánico, pues aquel grano de semilla posiblemente superara el propio peso de la hormiga). ¿Y qué hizo la hormiga una vez en tierra? Me quedé averiguarlo porque era para mí pura sorpresa y curiosidad necesarias de saciar… A duras penas, con una fuerza que no parecía a mis ojos propia de un cuerpo tan frágil y pequeño, la hormiga siguió avanzando apegada a su grano de semilla, sin pausa ni descanso, sorteando piedras y arena hasta llegar a lo que parecía un caminito dibujado en el suelo a base de muchos y muchos pasitos de otras hormigas… Y eso era, en efecto, el camino de vuelta a casa, donde unas iban y otras venían absortas y convencidas de que ese era el camino de su obligación diaria como hormiga: salir de casa, buscar la comidita, y volver a la ciudad de las hormigas compañeras con la labor cumplida para el beneficio de la comunidad y todo el colectivo. ¿Os habéis fijado alguna vez en un hormiguero? ¡Huelga la pregunta, todos lo hemos hecho! Es una estructura perfecta. Hecha por el desplazamiento de granito a granito de arena en un esfuerzo de empatía de todas y cada una de las hormigas… Entre las hormigas no hay bagas, puede haber viejas y enfermas, no oprimidas ni disidentes, no se preparan para la guerra contra los hormigueros vecinos para saquearlos y destruirlos… Se levantan cada mañana para procurarse el alimento y y compartir una convivencia pacífica. Sólo las inclemencias devastadoras de una lluvia sorpresiva, o la pisada despistada de nuestros pies o de cualquier otro animal son sus enemigos y arruinan de sopetón tan minuciosa y silenciosa labor de días. ¿Y qué hacen ellas Ante tal desgracia ? … Vuelven a empezar granito a granito de arena para construir nuevamente su hogar y el de sus hermanas coiguales, vuelven cada día pasito a pasito a diseñar el canino de vuelta a casa tras la dura jornada de procurarse el alimento, y continúan enfrentándose al desafío de vencer el difícil reto de subir aun tallos de plantas tan altas para ellas como para nosotros las montañas con tal de volver a casa con el objetivo cumplido de contribuir a la subsistencia de ella misma y de las demás… ¡Oh, si tan sólo prestáramos los humanos un mínimo de atención a las ejemplares hormigas, y estuviéramos dispuestos a aprender de su estructura perfecta el lugar de creernos el centro del Universo y con derecho a destruirnos entre nosotros mismos, a pisotearnos y privarnos de nuestras propias libertades. ! ¡Si solamente estuviéramos convencidos de que todos somos iguales. !

Información del artista


Mi profundo amor por la cultura helénica, me llevó a residir durante diez años en Grecia, pais que marcó definitivamente mi trayectoria.


Por un lado, defino mis pinturas como fruto de mi gusto por las cosas sencillas, por otro, me arrastra la necesidad de desentrañar lo que parecemos y lo que realmente somos y el mundo interno que nos mueve.


Tengo la obligada necesidad de abrirme camino una vez más en la difícil...

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