cuadro de dos caras, tejido en tapas, tinta sobre papel
Desde épocas muy remotas, el AURA ha sido objeto de estudios, por diversas tradiciones y escuelas de sabidurías, las cuales han nombrado este fenómeno de una manera diferente según sus creencias. Los chinos le llaman "CHI", los hindúes "PRANA", los japoneses "KI", los lamas tibetanos "TSAL", los japoneses "KA". En el mundo occidental, se le ha llamado: "Energía elóptica", "Energía neutrínica", "Energía orgánica", o "Biopsienergía"..., inclusive los científicos lo definen como un campo magnético que se percibe alrededor de los cuerpos vivos. Sin importar el nombre que cada cultura le da, todos coinciden en que el AURA es una energía de radiación luminosa multicolor que rodea a las personas u objetos, y refleja el verdadero estado interior.
Por lo cual en la búsqueda del auto-conocimiento, Indago en las cosas comunes, sencillas y cotidianas, que se hacen universales para el mundo pero que de alguna forma se convierten en parte esenciales de lo que soy.
Realizo un viaje al interior de mi ser, una introspección a mis emociones, sentimientos y miedos. Intentando percibir mi AURA, aquella energía, aquella luz, aquella vibración mística que deja al descubierto los secretos más íntimos del alma, que de alguna manera siento gritar desesperadamente en mi interior por un poco de comprensión, un poco de ayuda para romper las cadenas que me alejan de tan anhelada libertad y del camino para salir del encierro en el que me tienen enclaustrada la ignorancia y desconocimiento de mi propio ser.
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