© Todos los derechos reservados
La Batalla de San Jacinto[1] (14 de septiembre de 1856) escenifica un episodio del Testimonio documentado gracias al Mayor Carlos Alegría en 1886, uno de los actores militares de la batalla y nombrado General después de su participación en esta.
La pintura escenifica el momento en que las bestias atropellan por la retaguardia a unos rubios soldados extranjeros en tierras nicaragüenses, se pueden ver las ballestas de los fusiles, muertos, heridos, soldados huyendo despavoridos, los personajes enemigos conciben un valor expresionista muy arraigado, la casa hacienda en el fondo es testigo mudo de aquel sangriento combate, que se situó en el lado del patio de la hacienda, la perspectiva de la casa que se aprecia en la pintura es la que debió tener cuando ocurrieron estos sucesos. También se puede notar un pequeño bosque que por entonces -según los historiadores- había en ese territorio de la propiedad.
En el fondo se aprecia a partir de un juego tonal de carácter ?quizás- impresionista la lucha librada en las cercanías de la casa hacienda, en donde el humo es el protagonista principal junto con la sangre que corre por el suelo del primer plano, sangre que fue derramada de manera encarnizada tras cuatro horas de combate, el soldado asustado en el extremo izquierdo a punto de tocar la retirada con su corneta es un preludio no solo de la derrota sufrida por los hombres al mando de Byron Cole ?muerto en esta misma- mandados por William Walker, sino también de la primera derrota sufrida por tropas Estadounidenses en América Latina.
Ver más información de Wilberth A. Saenz