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Titulo, S/T
Autor,
Donación de su obra a ArtSalud para exponerla y donar los beneficios a la lucha contra el cáncer de mama.
Poesía.
Lucha
de Lidia Rissotto
A veces soy la cacique de la tribu. Me pintarrajeo de colores rituales y les ofrezco sacrificios a los dioses. Grito arengas. Levanto a mi pueblo contra el invasor y voy al ataque o a la defensa, ciega, viviendo a una velocidad sólo comparable a la de la luz, o a la de la multiplicación de las células cuando todavía somos huevo o mórula.
También soy la mujer blanca que resiste al malón. Defiendo mi virtud esencial, estar viva, y me armo de arcabuces, de flechas, de bombas atómicas que hago estallar entre mis enemigos allá afuera, sitiando mi fuerte.
O la hembra de jabalí acechada por el olor de los cazadores escondidos entre las matas. Afilo los colmillos contra las piedras, yergo las púas del lomo, oculto mis jabatos. Y espero o arremeto.
Me miento a mi misma y digo que no es cierto, que con sólo chasquear los dedos voy a romper la pesadilla y a sentir ganas de darme un baño bien caliente.
Camino por un atardecer de otoño con el cielo todavía claro, con las luces de la ciudad iluminando el infinito, arrasada, sosteniendo apenas mis huesos. Llego a la estación del tren, con las vías tan tersas y me tiro, me tiro, me tiro. Pero no. La cacique, la mujer blanca, la hembra de jabalí.
Indios, cazadores, soldados reculan, se reorganizan, planean nuevas tácticas.
Yo me pinto con más colores, cargo el arcabuz, pruebo el filo de mis colmillos y salgo al campo a dar batalla.
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