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Muchas veces en las diarias caminatas que hacemos con Marta, recogemos piedras a la costa de nuestro Río Negro. Piedras que luego tallamos ligeramente a fin de lograr una superficie que nos trasmita una imagen similar a una cara humana interpretada humorísticamente.
TALLA EN PIEDRA 1
Sentado frente al monitor de mi compu, estaba observando las obras que tengo en archivos, correspondientes a las colecciones “Dibujos coloreados digitalmente”, “Digitales del 2011”, “Fotografías del 2011” y “Poesías de Marta del 2011”, a fin de determinar qué obra elegiría para esta nueva subida en Artelista, cuando sorpresivamente un fuerte y agudo golpe se hizo sentir sobre mi cuero cabelludo. Adolorido, fregándome la cabeza y sobre todo pasmado de incertidumbre por lo sucedido, trataba de comprender la situación. La computadora está en el living de mi casa; sobre mi cabeza no hay más cosa que el techo y éste no tiene nada pasible de desprenderse y golpearme. Las puertas estaban cerradas al igual que la ventana vidriada que está a mi costado izquierdo, por lo que tampoco de ahí pudo venir la causa de ese golpe. Como se podrán imaginar, habiendo recorrido todas las posibilidades sin encontrar nada extraño, sólo me quedaba creer en la acción malintencionada de algún duende o fantasma. Es cierto que no soy muy afecto a esas cosas, pero… como expresa ese dicho común en mis pagos “Yo no creo en brujerías pero que las hay las hay”.
Lentamente y hasta con cierto temor o recelo, comencé a escudriñar el suelo, buscando lo que me había golpeado. No llevaba mucho tiempo en esta tarea cuando alcanzo a ver en el piso, a mi costado pero casi escondido debajo del sofá, un pequeño objeto ajeno a la constitución del suelo. Me agacho cautelosamente. Tomo el objeto que se sentía duro y firme al tacto y cuando lo aproximo a mi vista a efectos de identificarlo, descubro que se trata ¡de una pequeña piedra! ¿Cómo puede una piedra ir a parar a mi cabeza estando dentro de mi casa?, me preguntaba. Aproximé más aún la piedra a mi rostro, a fin de poderla ver más claramente y a medida que la distancia se iba acortando, esa piedra se me hacía más y más familiar. Cuán grande fue mi sorpresa al comprobar que la piedra no era otra cosa ¡¡¡que una de las caras integrada a mi colección de “Tallas del 2011” (pequeñas caras en piedra)!!! y que formaba parte de la Carátula de esta misma colección.
Apabullado por la situación, inmediatamente busco en mi monitor el archivo de obras correspondiente a dicha colección y no creerán ustedes, amigos de Artelista, lo que observaban mis ojos al mirar la carátula de esta colección de “Tallas del 2011”, ¡¡¡el lugar correspondiente a la cara que me había golpeado se encontraba vacío y no había en él nada más que un hueco negro y profundo, mientras las caras que quedaban, estaban tristes y sollozantes!!!...
Comprendí entonces claramente cuál había sido la situación… y traté de enmendarla inmediatamente…
En primer lugar le pedí disculpas a todas las caras de la carátula de Tallas del 2011, por haberlas dejado de lado tanto tiempo.
En segundo lugar, me comprometí a que una obra de esa colección sería la que inmediatamente elegiría para subir.
Y en tercer y como lógico punto final, llevé hacia el monitor a la piedra que me había golpeado y la deposité suave y cariñosamente en su lugar de origen, tapando así el feo hueco que había quedado en tan linda carátula.
Este gesto final me permitió observar que el resto de las caras al igual que la recién llegada, habían cambiado su rostro de tristeza y sollozo, por una amplia sonrisa, por iluminados ojos y por radiantes caras que me decían a coro: “Disculpa el golpe y gracias por demostrarnos que tu cariño hacia nosotros todavía sigue vigente”.
Queridos amigos de Artelista, ojalá nunca les pase a ustedes el sufrir semejante susto, pero si les pasa… por favor terminen la experiencia con una linda sonrisa como la que espero sientan expresar al término de este relato.
Feliz día para todos y hasta la próxima si Dios así lo quiere… Jorge.
Curriculum vital del Prof. Jorge Verde y su obra
Nacimiento
El Prof., Jorge Washington Verde Ramos, nació el 30 de julio de 1951, en la ciudad de Mercedes, capital del Departamento de Soriano, en la República Oriental del Uruguay, en América del Sur.
Primeros estudios...
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