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LA VIDRIERA DEL ARCANGEL SAN GABRIEL
Un título tan rotundo para una obra tan rotunda requiere de un pseudónimo o apodo que sirva para sintetizar (no para simplificar) todo su intrincado contenido y así facilitar la asimilación de tan famosa obra maestra a todas aquellas personas lejanas de tener cierto “sentido cultural” (Ariscocracia enseña que lo importante es el “sentimiento”, no el “conocimiento”, ) esto es, el nombre vulgar, y, como todas las grandes obras de Arte que son popularmente conocidas por otro nombre, por el vulgar, en detrimento de su nombre original, La Vidriera del Arcángel San Gabriel es popularmente conocida como “El Pollo”.
La Obra esconde, bajo un nombre vulgar tan vulgar, una Alegoría Ariscócrata, en la que Lo Divino y lo humano se entrelazan de nuevo para mostrar como lo Divino ejerce su continua acción en lo humano, y como lo humano es una progresión constante y de ascensión (rápida o lenta, según se elija) a la perfección absoluta…Lo Divino;…. “Un segundo en la Eternidad”….
Esta “acción divina”, está perfectamente reflejada en la obra con el Arcángel, “El Po¬llo”, que se sitúa como epicentro universal de protección y soberanía ante todos los estratos que componen el universo; estratos que se sitúan alrededor del centro divino y que su grado de elevación delimita su cercanía… “una Vidriera miscelánea en la que sus diferentes aristas tienen mayor o menor radicalidad dependiendo de la propia transgresión moral y pureza existencial”. Precisamente eso es a lo que se puede asemejar los inimaginables y censurados mundos que dan cabida a otras vidas y que conforman lo escabroso del infinito, una vidriera en continua regeneración que se rige por las leyes de un ente superior, único y eterno.
De los mundos representados en la Vidriera, el más inferior es el terrestre, el humano, situado en los márgenes, de color azul y con alguna figura humana agónica en la parte de la derecha, que indica el carácter pasajero de renovación por medio del padeci¬miento que supone la existencia humana. Los mundos más lejanos del Epicentro Di¬vino, es decir, los más inferiores, no aparecen en la obra puesto que no son dignos de merecer tal honor; además que desestabilizarían la armonía universal, y del cuadro, con sus malas artes y malas vibraciones…
La Divinidad, el Arcángel, es la simbolización de la protección que cada cual tiene, y El Pollo en particular, es la de Arisco. Una quimera compuesta de Alas Celestiales, cuerpo de pavo, cuello y cabeza de caballo, pico de pelícano, cresta punk y ojos humanos, cuya disposición en el espacio puede deberse a una reminiscencia Picassiana…La boca adicional, también humana, es un propio mensaje al Artista que le implora la necesidad de difundir su obra a todos los rincones de La Tierra.
ARISCO, EL ARTISTA;
El Artista que El Arte esperaba con ansias y que siempre le ha tenido... Ver más información de Arisco .
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