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La envidia es el peor de los pecados.
Dante en su descenso a los infiernos la coloca en el estadio más bajo. Es causa de todos los males.
Es un pecado de los considerados traidores y conscientes. Quien la comete se justifica siempre y nunca se arrepiente.
Un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable, de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados, todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal. […] Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada. Tomás de Aquino.
Sobre el descenso a los infiermos de Dante (o el ascenso a la luz), se establecen tres estadios; el infierno, el purgatorio y el limbo.
En el infierno aparecen los pecados fraudulentos o traidores; aquellos que se hacen conscientemente y cuyo pecador no se arrepiente sino que los justifica. Son la Envidia y la Soberbia. Son causa de todos los males.
En el purgatorio están los pecados violentos; aquellos que nacen de los impulsos; la Avaricia y la Ira.
En el limbo encontramos los pecados incontinentes, los que se comenten por apetitos que sobrepasan a la razón; la Pereza, la lujuria y la Gula.
Por encima de todos ellos; La Muerte.
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