Óleo-Acrílico, representación del niño indígena, que lleva un mensaje en el idioma quechua de mi región que dice: “Entristecido y alegre vengo y dentro de mi corazón traigo una hermosa flor..” “Mirándome a los ojos encuentras mi corazón, no me olvides hasta el día de tu muerte”
Nacido en la histórica ciudad del Cusco, Perú, mi vida ha estado siempre coloreada por la pasión de la pintura, un talento que brotó desde mi niñez y que ha florecido a través de los años. Desde 1990, he explorado los lienzos con la misma curiosidad y asombro que caracterizan a la escuela cusqueña, estilo con el que inicié mi viaje artístico. Mi debut en el mundo de las
exposiciones fue en 1993, bajo el auspicio del entonces Instituto Nacional de Cultura, donde mis obras recibieron la luz que merecían. Con el tiempo, mi paleta se ha expandido más allá de las fronteras de un solo estilo, abrazando la diversidad y la riqueza de la pintura mundial. La imitación de los grandes maestros no es solo un ejercicio de técnica, sino una conversación a través del tiempo y el espacio, un diálogo que continúa enriqueciendo mi propia expresión artística. Cada pincelada es un homenaje a la tradición y una ventana a nuevas posibilidades, reflejando la evolución constante de mi arte.
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