Los chiles llegaron a Europa procedentes de México, sin embargo muchas de sus variedades picantes se perdieron, creando otras no picosas. Los de la fotografía son chiles poblanos, puestos al fuego para pelarlos y prepararlos, ya sea para hacer chiles rellenos de queso, picadillo, sardina, en nogada o rajas con elotes y calabacitas o crema y queso. Variedades en el relleno y preparación hay muchas.
Ver más información de Mónica Guadalupe Arriaga González
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