ARTE DIGITAL (Mousismo). Se dibujan todas las formas a través de movimientos libres con el mouse y luego se le aplica color, textura y efectos según el interés del autor.
HISTORIAS DE MAR
Cuando subí la obra “Atrás del mostrador” y describí en el comentario lo sucedido con los pequeños participantes a nuestra conjunta exposición con Marta, no avizoré para nada que todo eso iría a desembocar en el hecho de describir más o menos paso a paso, el proceso metodológico que entiendo como apropiado en sus destacables esfuerzos por convertirse en distinguidos artistas.
Hoy por hoy, después de transitar por tres composiciones progresivas y sus respectivos comentarios, me entusiasma el hecho de mostrar algunas otras obras y comentar en gran medida la faceta técnica de las mismas, al solo efecto de marcar la continuación de un camino que intenta ser claro en el proceso metodológico y didáctico que interpreto como manifiesto en el progreso artístico dentro de la plástica, para cada uno de esos niños mencionados.
En esta obra que les presento ahora “Historias de mar”, hay varios aspectos que se pueden marcar. Por un lado, el alejamiento CASI total de las formas geométricas manifiestas, ya que solamente queda como elemento visto y representativo, el círculo que oficia de luna (o sol para quienes así lo quieran). También están como formas geométricas pero ocultas a la visión del observador, un rectángulo superior que marca parte del contorno de la obra y contiene al poste de amarre, el barco y la propia luna. También se presenta oculto el rectángulo inferior (mayor que el anterior) que además de darle terminación limítrofe al cuadro, contiene a las dos figuras de rostros de la obra. Pero lo que si cobra una significativa importancia es el aporte cuantitativo y cualitativo del trazo a mano alzada (con el mouse en este caso, pero bien pudiera ser con el pincel en una pintura o con el lápiz en un dibujo). Cualitativamente es fácil apreciar que estos trazos ya están claramente vectorizados hacia la realización de formas muchos más reales que en la obra anterior, y preferentemente se contactan dos rostros en una configuración bastante aproximada a lo real. Se puede apreciar también que hay cierta marcación de planos de diferente profundidad, más que por la superposición de formas, por la dimensión de ellas (por lo general, cuanto más pequeñas más atrás y cuanto más grandes más adelante). Sin embargo, en esta etapa evolutiva, todavía sigue existiendo en la composición, bastante “aire o atmósfera” que rodea a las formas existentes, de tal manera que si sumáramos los espacios que ocupan por un lado el “aire” y por el otro las “formas” (rostros, barco, poste y luna) ambos elementos estarían en un porcentaje muy parecido en la totalidad de la composición
Estas características de composición y creación son factibles de que las pueda clasificar y ordenar como realizadas en una etapa “juvenil”, al solo efecto de recorrer todo el proceso de desarrollo artístico, a la par con el desarrollo cronológico del artista en desarrollo.
Por último, me queda remarcar sí, un hecho que me parece de trascendental importancia y es que en esta etapa (juvenil), aparece claramente la intencionalidad del autor de “reflejar una situación vivencial” (en este caso, la situación de contar cuentos e historias atrapantes que son habituales entre los marinos y que hacen al propio medio por el que transitan gran parte de su vida). Esta sensación plasmada en las formas creadas, se manifiesta básicamente en las posiciones y las expresiones de los rostros de los dos personajes principales de la obra. Al contador, se le da un papel principal y primario en función de su tamaño, mientras que el escucha, con su rostro marcando cierta expresión de asombro, adopta una postura ligeramente más atrasada en función de su menor tamaño. El ambiente general referido al mar está dado por la presencia de elementos de puerto (poste de amarre) y propiamente de mar (embarcación). La presencia de la luna es simplemente un agente secundario que refuerza el hecho de que esas historias son contadas básicamente a la hora del anochecer (antes de acostarse) y tienen como cometido el dar una atmósfera de inquietud al novel navegante a la hora de apoyar su cabeza en la almohada.
El color que me pareció oportuno darle, es justamente el de las obras que están dentro del que he llamado como mi “período rojo” ya que ésta particularidad también la tendrá la próxima obra que subiré a continuación de la presente.
Queridos amigos de Artelista, esperando no haber abusado de su paciencia, me despido de todos ustedes con mi mayor muestra de afecto y cariño. Tengan todos, un excelente día.
Jorge.
Curriculum vital del Prof. Jorge Verde y su obra
Nacimiento
El Prof., Jorge Washington Verde Ramos, nació el 30 de julio de 1951, en la ciudad de Mercedes, capital del Departamento de Soriano, en la República Oriental del Uruguay, en América del Sur.
Primeros estudios...
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