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Sin duda el efímero Segundo Imperio Mexicano, encabezado por Fernando Maximiliano y Carlota Amalia, ha sido un verdadero drama mexicano en el cual intervinieron un sinnúmero de personajes que de una forma u otra participaron de esta monumental y trágica puesta en escena en donde los protagonistas, terminaron el uno muerto, concretamente fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, México y la otra, loca durante los próximos 60 años que sobrevivió a su finado esposo. En esos 60 años el mundo cambio radicalmente y dejo de ser lo que había sido hasta ese entonces. Se inventaron muchos de adelantos tecnológicos que harían la vida mas fácil e incluso, Carlota pudo haber regresado a México, en avión, acompañada de Charles Lindberg en el Espíritu de San Luis.
Un Drama, con mayúscula, en donde la historia se mezcla con la leyenda, el drama se teje junto con la intriga y la traición se seba en muchos de sus personajes.
RÉQUIEM PARA UNA EMPERATRIZ forma parte de una serie de dos oleos, UN DRAMA MEXICANO, pintados magistralmente por Juan Manuel Rocha Kinkin.
Juan Manuel Rocha Espinosa de los Monteros, mejor conocido por su seudónimo: \"Kinkin\", nace en la Ciudad Capital de la América Septentrional, lo que en algún tiempo, tras la fusión de dos culturas y cosmogonías muy distintas, se denomino \"La Nueva España\": México; en el ombligo del país, rico y bello, como un gran cuerno de la Abundancia. Realiza sus primeros estudios y comienza a desarrollar sus habilidades artísticas en esa gran metrópoli. Un día, gracias a su hermano el Periodista...
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