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Fulang Chang, fue una de las mascotas predilectas de Frida Kahlo
porque aparte de que llenaba el vacío imaginario por la ausencia de
hijos, resultó un personaje prominente en sus pinturas y autorretratos.
Lujuria y fidelidad representadas a través de la figura de este personaje
animal que contribuye a la compleja lectura de la vida de esta artista.
La paleta de colores sobrios refleja la nostalgia por la ausencia, y de
como los objetos antes inanimados, en este caso su silla de ruedas,
quedan impregnados por el aura del personaje.
Dedica tiempo completo a la pintura y la fotografía, disciplinas que le cautivaron desde temprana edad. Captando la mirada como inspiración y con elementos precisos en sus imágenes, busca encontrar la expresión del rostro, la esencia de la materialidad en los objetos cotidianos y la pasión por los colores. Experimenta con diferentes técnicas y encuadres buscando siempre respuestas a temas inquietantes como el origen de la imaginación, la migración humana, la introspección de género y su confrontación con la realidad. Para ella somos quien nos ve, su obra es testigo.
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México
