En las afueras de León (lo que eran)
"Árbol catedralicio"
Solitario te quedaste en mitad del campo,
con las torres en la lejanía.
Aún escucho el agitar del aire sobre tus ramas
y el crotár de la cigüeña cada primavera,
a pesar de tu desnudez,
en esa inmensa soledad.
Tus hojas se llenaban de rocío,
regalo de primavera, morada y vida.
Un día nos dejarás, calladamente,
en silencio, sin cánticos en la mañana,
nadie llorará por tu agonía,
y un sentimiento nostálgico
invadirá mi alma de melancolía.
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