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Aquí vence al ingenio de la memoria;
Ayer me llamó un ángel y no le respondí, un gallo perseguido por los grito de un horizonte volando en circunferencia miles de veces, estos ardores pinchan un corazón podrido, cada día al despertarme veo un sol con sombra en una cama de pelos, esa boca hizo volverme al sitio.
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