La pintura se desliza sobre la superficie y nos lleva a expresar lo más sensible de nuestro espíritu. Sólo el verdadero artista puede experimentar ese momento sublime de creación, ya sea recreando una flor, un paisaje u otro objeto; o simplemente volcando en la tela lo que surge en ese instante desde la nada o del todo, es ésa la expresión misma de mi pintura: la energía que vibra en el color, eclosiona en distintos planos, se esparce y se contrae a la vez, creando formas que nos