Seidi

• País: México
• Categoría: Pintura
• Técnica: Acuarela
• Soporte: Papel
• Temática: Retrato
• Medidas: 19.69 x 25.59 in
• En Artelista desde: 5 de septiembre del 2011

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Lápiz y acuarela s/papel
65 x 50 cms
1997

Hice este retrato en 1997,cuando todavía ni siquiera había inventado mi firma.Yo quería hacer algo,pero no sabía qué.Comencé con un ojo en perfil y después,conforme fue avanzando el dibujo,decidía bruscamente voltear el rostro de frente.El resultado fue el rostro de Seidi.
Seidi era la hermana de la muchachilla que me gustaba en mi adolescencia...bueno,de la única que recuerdo,a las demás las olvidé honestamente.Era mayor que yo,como por dos años.Era bastante guapa pero yo siempre la vi con indiferencia.Y de repente,haciendo un dibujo,del inconsciente emerge su rostro.
Por muchos años guardé este dibujo y lo olvidé por completo.Quizá lo hubiera destruído como suelo hacer con los dibujos que realizo y no me gustan.O quizá lo hubiera dejado empolvarse en el portafolio donde guardo mis dibujos antiguos.Pero no lo hice porque hace un par de años,mientras caminaba por esas calles de mi adolescencia,me encontré a Seidi.La vi y no la reconocí hasta mucho después.Ya no era la atractiva jovencita quetodos voltearían a mirar.Ahora era una mamá un poco gordita,casada con un esposo con barriguita cervecera.Su rostro no reflejaba mucha felicidad,pero tampoco amargura.Sencillamente reflejaba preocupaciones propias de su edad y su condición: comprar los útiles del chamaco,pagar el gas,hacer régimen para adelgazar esos kilos de más,preocuparse por la carestía de la vida,estar un poco o un mucho,harta del marido y su barriguita cervecera...en fin,una vida completamente normal en la sociedad en la que vivimos.Una vida que a mí me produce náuseas vivir pero también,cuando veo a una pareja así,le envidio terriblemente.Yo vivo,o he vivido hasta el día de hoy,con mis altas y mis bajas,pero en soltería perenne y despreocupado hasta donde más se pueda,sin ataduras sentimentales,ni sociales,ni sexuales ni mucho menos con un hijo y una esposa.EN realidad me gusta como soy,pero a veces,tanta libertad de movimiento me hace sentir como si no le importara a nadie.Es como si le pusiera los cuernos a la esposa y ella nunca me dijera nada,quizá por miedo a perderme.Y eso produce el vacío de que no le interesas a la esposa,de que le da igual hagas lo que hagas con quien lo hagas sin más.Eso baja la autoestima por fuerza.
Y así de repente me he llegado a sentir,sin pertenencia a ningún lugar,a ninguna persona,a ningún espacio.Y la verdad,vivir sin ataduras en esta vida es perderse en un vacío espantoso...Y seguramente el esposo barrigón de Seidi envidiaría,a veces, mi vida.Supongo que algún día resolveré eso,a favor o en contra.
Pero después de viajarme viendo a esta nueva Seidi en su papel de mamá,pensé en este dibujo que muchos años atrás hice y de la nada salió su rostro.Entonces lo desempolvé para comprobar que esa jovencita curvilínea se había convertido en una mamá gordita y que si es capaz de valorar lo que tiene,se sentirá afortunada de poder ser madre y tener,aunque sea,un esposo barrigón que la espere a cenar.
Y yo,supongo,debo sentirme agradecido con la vida y esperar algún día una atadura.Supongo...