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Esta escultura es una alusión a la cultura mexicana que en sus raíces tiene la capacidad de recrearse a si misma por eso se encuentran incrustados varios elementos prehispánicos como el calendario azteca o piedra del sol, y del otro costado un mascaron con la figura central de la piedra a del sol.
Todo esta montado en una bloque donde se encuentran labradas escaleras imposibles que no tienen un sentido sino mas bien significan la confusión que cargamos como identidad social. Múltiples caminos que no encuentran dirección posible .
El cuerpo del bloque de escaleras esta cortado en firma serpenteante y es un costado de este bloque mismo que esta decorado con escamas, depositando ahí la esencia de ese gran dios. Hombre tolteca al cual le debemos mucho de nuestra cultura y filosofía antigua el dios – gobernante quetzalcoatl o kukulkan.
Todos los elementos están unidos a través de raíces o algo parecido a nervaduras orgánicas esto con un doble fin, en primera el símbolo de las raíces hacen la unión de ese pasado muchas veces olvidado o simplemente dejado de lado y que como la naturaleza clama por salir a la luz de la vida y el símbolo de las nervaduras es alusivo a un gran organismo que es la tierra donde una cultura tan diversa como lo es la mexicana es tan solo una parte de ese gran todo, así mismo somos una parte de ese gran organismo vivo.
Y para que este órgano cultural no muera es necesario apreciarlo y cuidarlo para rebozar de nuevo de vida y orgullo.
La diversidad cultural de México es una riqueza invaluable que no podemos dejar que muera en el olvido y mas cuando llegamos a 200 años de nuestra independencia es ahora cuando mas necesitamos de esa identidad viva.
La síntesis final se encuentra en la mujer que surge de todas estos elementos , de todas estas dudas, confusiones y fragmentos de sabiduría ancestral,
la mujer como representación de el elemento creador de vida, sirve de apoyo para plantear una nueva conciencia que el mexicano se debe plantear ante los retos actuales donde necesitamos de una nueva idea, un nuevo se que pueda llevar a cuestas ese pasado y este presente con miras creativas para concretar al mexicano definitivo donde armonicen la tolerancia, el orgullo, la sabiduría, el respeto y la responsabilidad de tomar en sus manos el camino de la verdadera libertad mediante la asimilación y aceptación de la responsabilidad de ser heredero de una de las culturas madres mas importantes, ricas y complejas de la humanidad.
El mexicano del mañana deberá encontrarse así mismo en sus pasado para poder ser hoy la representacion de un futuro lleno de esperanza y soluciones para enfrentar un futuro de grandes retos.
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