La pintura surge como el deseo de utilizar aquellos retazos de color y formas que no construyen arquitectura, aquella mirada disidente del acto diario, de lo cotidiano.
La pintura es en si la implementación de la lucidez para el soporífero aliento de la rutina, de saber en cierta medida la sucesión de eventos que arman la rutina en su inicio matinal y su término nocturno.
Es a la manera de una ventana, sobre un tiempo y espacio interno…. Personal, no existiendo un hilo conductor formal...
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