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La idea de esta serie de cuadros fue la de presentar imágenes contrastantes dentro de una obra, y elegí el día y la noche... o sea, un marco nocturno de cielo estrellado para imágenes diurnas, iluminadas, aunque no se representara al sol.
También la otra parte de la idea era la de mostrar imágenes sugerentes, sin darle la forma que tienen en la realidad... ¡y que más sugerente que la imagen femenina! Algo similar a algunas pinturas de Dalí, en las que se ven cosas que no fueron dibujadas... la mente hace el proceso de asociación... por eso, en estos cuadros, la pregunta es: ¿el firmamento tiene formas femeninas o la mujer se recorta sobre el firmamento?
Y aquí utilicé elemento de Magritte (los cielos plenos y con nubes) y de Dalí: la nave que surca el espacio es el ojo del rostro, lo que le da cierta tridimensionalidad... si no, sería solamente un perfil femenino...
Y el hombre, de espaldas... ¿qué contempla? ¿el horizonte infinito y desnudo, como él? ¿las estrellas? ¿el rostro perfilado de una mujer? O tal vez la nave que se está acercando... y el fuego, cerca suyo, que lo devora todo...
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