Descubrí la pintura de muy pequeña. tuve una maestra increíble que me estimuló y alentó a usar de manera totalmente libre y desinhibida el color. Mis primeros oleos me los compró mi padre a los doce años, y durante la adolescencia y la juventud entre estudios y exámenes, pintaba. Pasó una vida hasta que retomé la expresión de mi alma.