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Tempera sobre papel. 100 x 70 cm. Papel Guarro de 280 gramos
Este cuadro representa a un guerrero africano en pleno ritual. El color negro es utilizado como rasgo dominante de la imagen mostrando la oscuridad contrastando con el tono cálido que da forma al personaje añadiendo un toque de vitalidad a la paleta monocromática. Las pinturas sobre el cuerpo del guerrero con sus distintas rayas añaden una dinámica intrigante a la escena, posiblemente simbolizando una coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza o ilustrando un cuento folclórico.
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