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«Bajo el sol que arde, una de mis hermanas agonizante, su cuerpo, emancipado de la tiranía, que yace muerto en medio del desierto. Parecía abandonada hasta en su muerte; había muerto sola, sin nadie cerca de ella para consolarle. Será abrevada, resucitado, volverá hacia La casa, será adornada e irrigada de nuevo, no negará más su comida.»
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