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Yawar Fiesta
El Yawar Fiesta (fiesta de la sangre) es un espectáculo taurino nacido en el Virreinato del Perú tras la introducción del toro por los españoles en América. Se cree que la ceremonia, sangrienta de por sí, nace por la impotencia del comunero ante los abusos del gamonal; entonces, en una especie de simbología, nace la fiesta en donde el cóndor que representa a los sufridos comuneros, venga los sufrimientos que les propina el gamonal, representado en el toro, que termina muriendo durante la ceremonia.
Sus orígenes son, obviamente, hispánicos, pero hoy es una celebración sobre todo indígena. Se practicaba en buena parte de los departamentos de Apurímac y Ayacucho, pero hoy está bastante restringida, es especial aquella variante en la que se usan explosivos.
A continuación se presenta un fragmento de la obra:
Un viaje por tierras incaicas
“Perú: Incidents of travel and exploration in the land of the Incas” escrito por Ephraim George Squier (1821-1888) viajero, periodista, diplomático y arqueólogo aficionado estadounidense, que pasó por el Perú en el siglo XIX y que a través de sus recorridos por el interior del país observó parte de los dos espectáculos, describiéndolos como se desarrollaban en la época.
“Desde Azángaro nuestra ruta atravesó una alta meseta cubierta de nieve hasta llegar al valle del río Pucará, que ascendimos por los pueblos de Pucará y Ayaviri, con las montañas que se iban cerrando gradualmente alrededor de nosotros a medida que el valle se angostaba, hasta que nos encontramos en Santa Rosa, un pueblo importante a la vez que el último del Collao, al pie de la gran montaña nevada de Apucumurami y a160 kilómetros del lago. Aquí presenciamos una de esas corridas o más bien hostigamientos de toros que deleitan por igual a la gente de la costa y de la Sierra. La plaza del pueblo estaba encerrada con cerca y el toro, con un paño carmesí chillón sujeto al lomo y sus cuernos cargados de cohetes, fue soltado en el ruedo. Montar en el lomo del toro y recorrer así toda la plaza, mientras se encienden los cohetes, aguijonearlo con afilados clavos colocados en los extremos de pértigas y en general irritarlo y vejarlo, parecen constituir las características principales de este apreciado pasatiempo.
En Santa Rosa la función varió por que en el lomo de uno de los toros se sujetó un cóndor joven que, excitado por el ruido, el movimiento y las explosiones, comenzó a golpear los flancos del toro con sus poderosas alas y a lacerar su carne con su terrible pico. Después que el toro y el cóndor quedaron completamente exhaustos y el primero, con flancos sangrantes y la lengua afuera, permanecía impotente en un rincón, se acercó un indio para desatar al ave que, a pesar de todo, lo cogió del brazo sacándoselo casi de su articulación”. (p. 215)
En las citas anteriores Squier hace referencia a ciertas celebraciones o fiestas que se celebran en la sierra, en la actualidad existe una que al igual que la descrita por el autor se hace uso de dos animales como el cóndor y el toro. La celebración se describe como el enfrentamiento entre un toro y un cóndor, esta fiesta en la actualidad se efectúa en Cotabambas, en el departamento de Apurímac. Cabe señalar que para los pobladores, el cóndor simboliza el mundo andino y el toro, el mundo de los españoles que llegó para conquistar a los Incas. Una especie de escenificación de encarnizados enfrentamientos que por años tuvieron conquistadores e Incas.
Referente al tema también se puede leer la novela Yawar Fiesta (Fiesta de Sangre) del escritor peruano José María Arguedas publicada en 1941. Pertenece a la corriente del indigenismo. Ambientada en el pueblo de Puquio (sierra sur del Perú), que relata la realización de una corrida de toros al estilo andino (turupukllay) en el marco de una celebración denominada yawar punchay.
En la escena se puede apreciar a los protagonistas de esta celebración andina, el cóndor, el toro, por su parte la presencia de los conquistadores armados que dan la espalda a la celebración y finalmente la figura del Inca que observa todo desde otra dimensión.
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