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El cerro mayaca de Quillota y su cementerio Municipal enclavado junto a poblaciones marginales, a un lado los pinos sangran su memoria inmortal al recuerdos de miles de almas enterradas, desde ahí nacen y aparecen los fantasmas del cementerio que vagan en estos barrios, Personas sin tumba , entierros sin nombres, en la clandestinidad. Estos seres fantasmales, con sus ropas rasgadas y sus rostros hirientes y cadavéricos detienen su camino para mirar al cielo esperando ser guiados a la luz. Siguen un camino sin destino, sin justicia, sin verdad y deambulando en la oscuridad, mientras en las casas del cerro asoman las siluetas de luz tenue. Un cielo oscuro y costroso cae sobre las techumbres rígidas y planas.
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