El espejo al centro de la obra, actúa como la ventanilla de la celda de una cárcel, en la cual se refleja el expectador, en su frente (en la oscuridad) se ve una llave que aparenta ser la única forma de salir de ahí; lo cierto es que el candado está abierto, creemos estar prisioneros en un mundo en el que todo gira alrededor del dinero y los bienes materiales, los cuales o se van al resumidero o los dejamos al irnos a la tumba.
Es un collage de monedas, un espejo, un CD, un resumidero, incrustados en tela mosquitero.
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