© Todos los derechos reservados
La Fruta Ausente es la mujer que Sonrie, cuya imagen es imitada por la distribución de los elementos que forman la obra.
El universo vive en nosotros y halla alas en nuestro pensamiento para conocerse a sí mismo. Somos más nuestras huellas que nosotros mismos, somos polvo con alas que en breve tiempo no obedece al viento, somos seres efímeros y al mismo tiempo casi eternos.
Ver más información de Ignacio Nazabal