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Retrato en madera con acrílicos.
Retrato en blanco y negro sobre dos paisajes que se funden tras el rostro de la madre, consiguiendo así un contraste llamativo entre los dos paisajes y el colorido del que se compone la obra en si misma.
Representa la libertad y la paz, el amor y el agradecimiento a una madre y ensalza la figura de la mujer y la madre en su aspecto más amplio.
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