La inutilidad del cuerpo desgastado irreversible-mente
por el tiempo, dependiente y ninguneado.
La soledad, al final de una vida, cualquier demostración de afecto,
cobra el mayor valor, que todos querríamos tener.
Ese ser que se apaga, no es nadie y somos todos.
El preludio de una muerte sin dramatismo, humanizada.
Pintura humanizada
Su vocación por la pintura le lleva en busca de la imagén que no deje indiferente.
Su obra ofrece al espectador una visión de lo cotidiano; vivencias,
recuerdos...felices o tristes.
Parte de la vida, lo individual del ser humano, único e imperecedero, presente en la memoria como parte del propio ser.
Sintesis de imagenes contrastadas, para realzar la escena, utilizando el color
en pequeñas dosis, donde dirigir la mirada del espectador.
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