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Sombra Primera
Fue la primera sombra
tras la playa, el susurro,
aquel susurro quieto,
el que enturbió tu son.
Sin la ensenada de tu lecho,
me rasgaron sangrantes aristas
y mis pies incendiados,
me arrastraron de ti.
Qué bella la frialdad,
me repetías,
qué cálida mi luz,
sigue sus huellas,
ven, ven, toma mis alas.
Te llevaré hasta mí,
serás la aurora,
el renacer del sol.
Ven a mis brazos.
Poema de Carmen Cruz
Ver más información de Mabel Benítez Sánchez-Cid
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