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Te fuiste detrás de una ilusión, dejando en tu patria un espacio, de afectos, amor y cariño, formaste un hogar, sufriste el desarraigo, mitigado por otros afectos, otro amor y otros cariños, hiciste de esa nueva patria algo tuyo. Ellos te necesitaban, vos cabalgaste en una ilusión, Hoy no te necesitan, y en esa patria nueva que hiciste tuya hoy sos un extraño, y volves cabalgando detrás de otra ilusión, dejando un espacio de afectos, amor y cariño
Mi querida amiga, no te he de engañar, helado estará tu corazón en el camino de retorno, Tan helado como el dolor del corazón de los que dejas. Tan helado como el dolor del corazón de los que dejaste en su momento, pero la calidez del amor al recibirte en esa otra patria que hoy es tuya aunque te la nieguen, será la calidez del amor de aquellos que te recibirán de esa patria que nunca dejo de serla y que hace tiempo dejaste cabalgando en ilusiones. Solo será un momento, no has perdido, has ganado los nuevos y los viejos amores que mas allá de la distancia globalizaran tu mundo. El único y helado corazón será de aquellos que alguna ves no por amor, si por interés, te recibieron y hoy, no por amor, si no por interés, te están expulsando poco a poco, no quisiera tener yo ese corazón, perdería mi humanidad, tal como ellos ya la perdieron, tal como ellos, que nunca la tuvieron, aunque pregonaban la globalización.
José Maria Domínguez. PD. Para una amiga, seguí cabalgando en ilusiones, vale
Dominguez Jose Maria
Laboratorista Fotoperiodista
Editorial Abril S.A.
Agencia Télam S.A.
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