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Madrugada de frió y lluvia
Vendaval que arrasa la razón
Y en esa madrugada
Ingresó en mi espacio el dolor
Soledad de un ser humano
Dolor que no es calmado
Los mercaderes
Hacían sumas y restas
Era lo que les convenía
No les importo el dolor
No les importo el miedo
No repararon en la soledad
Y en ese cuarto
Solo
Desamparado
Un ser humano grita
Otro ser humano pierde la humanidad
Al encontrarse desbordado
Escarnio de una sociedad
Donde el dolor del otro
Donde el dolor de nosotros
Sucumbe tras un cálculo matemático
José María Domínguez
PD Quizás el fotomontaje es descarnado, duro, alguno puede hasta suponer que es un golpe bajo, pero es real, la carne desgarrada de dolor y miedo y la dureza de piedra de quienes supuestamente están al servicio de mitigar el dolor, yo soy testigo, ellos son mis enemigos.
A este ser humano lo internaron en el cuarto en que se estaba recuperando mi viejita de 95 años de un ACV del cual zafo ya que mi viejo que en paz descanse debe estar junto a ella y sigue siendo la gallega cabeza dura que volvió locos a todos lo neurólogos y Yo viví esa madrugada con un “José tengo miedo” de mi viejita y una “José tengo miedo” de ese ser humano y tuve en un momento que elegir y los mal paridos me convirtieron en un mal parido al terminar apretándome a mi vieja, y cantarle el arrorro para que pudiera dormir y no me gusta ser un mal parido.
Dominguez Jose Maria
Laboratorista Fotoperiodista
Editorial Abril S.A.
Agencia Télam S.A.
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