Rubén Hernández se inició en el mundo del arte gracias a la arquitectura (formándose en ésta en el estudio de Rafael Moneo). Como artista trata de explorar las posibilidades de la economía cromática utilizando para ello la técnica de la tinta o el acrílico. Se mueve desde la acumulación de líneas y garabatos producidos por un bolígrafo, a las masas y manchas generadas por el tintero o la pintura acrílica. Adicionalmente, los soportes sobre los que trabaja están dejando de ser un