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Esta obra pertenece a una serie que pretende hacer un homenaje a mexicanos que resaltan las costumbres y tradiciones mexicanas.
En este caso una tradición muy mexicana es el culto a los muertos, se les espera con altares en los cuales se pone comida, para que el 1 y 2 de noviembre vengan los difuntos a comer. Dentro de este contexto, se encuentra la figura de la cantante oaxaqueña Lila Downs, que sin seguir las modas imperantes en la música, da a conocer en el extranjero la música tradicional mexicana, así como mezclando los sonido, colores y sabores de México en su música.
La coronilla de su cabeza se encuentra formada por un pan de muerto, en su frente se hay una Cruz, sus mejillas están formadas por canastas de pan y sus fosas nasales son calaveras de chocolate y amaranto, sus labios son flores de terciopelo, metidas en un florero que forma su barbilla y su cuello es la mesa sobre la que esta puesto el florero, su collar es el encaje del mantel y su cabello es un rebozo que viene colgando desde el principio de la ofrenda hasta caer al piso; sus aretes son los adornos que se colocaron a la orilla de la mesa.
El piso tradicionalmente se decora, por lo que en este caso forma una blusa de un traje típico de Oaxaca.
Finalmente la foto del difunto al que esta dedicada la ofrenda es la defensora de derechos humanos Digna Ochoa, a la que la cantautora le compuso una canción.
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