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Antiquísimo dibujín sobre un pedazo de papel .Pocos días antes de terminar mi servicio militar me salió esto. Atrás se cerraba una puerta, y se abría delante de un algo así como un abanico de destinos. Y como decía el poeta : \"caminante no hay camino, se hace el camino al andar, y al volver la vista atrás, se ve la senda que no se ha de volver a pisar\".
La amplitud, la miriada de posibilidades, la magnitud del mundo que se abre a los pies del caminante casi causa vértigo. Constata que la vida recomienza otra vez, cada vez más en serio. El corazón le late con fuerza y siente un nudo en la garganta :\" tendrás que luchar, y las asperezas de lo que te espera te arañarán. Y sólo si encuentras la compañera adecuada en el tránsito, podrás bajar los brazos de vez en cuando para curar tus heridas, en tanto que ella las suyas\".
Llevo impresa la luz fría de una mañana de marzo en la alta tierra castellana. He aquí una manera adecuada para un artista de decir que nací en un pueblo soriano, hace ya, ¡ uy, bastantes años !
Sin embargo, es poco lo que permanecí allí y los avatares de la vida me han depositado en Madrid, de donde también soy y ya para siempre.
No tengo formación especial, o mejor dicho, académicamente seguida. Unas temporadas con un pintor madrileño, un paso por la Escuela de dibujo ...
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